Inga de Domingo llevó su programa “Filosofía en verso” a los chicos de FP del Colegio San Estanislao de Málaga el pasado martes. Fue una experiencia muy enriquecedora para alumnos, profesores y la propia Inga que fue testigo de cómo su estar en el mundo y su poesía de lo cotidiano inspiró a las voces de varias generaciones para nombrar sus experiencias sobre la Vida, los valores, la educación, la autoestima y la sexualidad. Paolo Freire llamaba a estos espacios círculos de cultura, un conversatorio en el que todos los miembros de la comunidad comparten sentires cocreando juntos la verdadera cultura que nos incluye a todos. Esta “subcultura” nace de las vivencias compartidas y nos permite mirar con espíritu crítico esa otra cultura encorsetada e impuesta en la que estamos inmersos que dirige nuestra existencia hacia lugares de frustración donde la medida de lo “normal” siempre nos hace pequeños.

El gran regalo para todos fue escuchar a los adolescentes compartir qué les había aportado este encuentro:

“Enseñas a la gente a darse cuenta de lo que verdaderamente somos”

“Lo que tenemos que hacer es sentirnos bien con nosotros, da igual cómo nos vean los demás”

“Necesitamos que además de educación nos traigan vivencias como estas”

“Haría falta más gente como Inga en el mundo para que nos demos cuenta de qué es lo que de verdad importa”

“Me ha dado fuerza” 

“Ha sido conmovedor”

“Inga ha sido un ejemplo porque ella dice lo que quiere y siente sin importarle lo que piensan los demás”

“Hoy hemos estado más atentos que nunca porque nos ha llegado al corazón”  

Al salir del aula varios chicos esperaban a Inga para abrazarla.

Mi reflexión es clara: nuestros jóvenes necesitan más filosofía de vida que inspire sus  corazones y menos horas sentados en j-aulas memorizando datos.